Estructuras clínicas

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En el psicoanálisisis lacaniano, las estructuras clínicas son las diferentes posibilidades de constitución de un sujeto en relación con el lenguaje, el deseo y el goce.[1]

En este sentido, las elaboraciones de Lacan hacen referencia a tres estructuras clínicas que él recogió de la psicopatología de Freud: la neurosis, la psicosis y la perversión. Más tarde, algunos de sus discípulos sistematizarían su enseñanza hasta constituirla en una doctrina compartida por cierto número de psicoanalistas.

Generalidades[editar]

Aunque las bases de la doctrina de las estructuras clínicas se encuentran en la psicopatología de Freud y en las elaboraciones de Lacan, lo cierto es que estos autores no emplearon nunca el término “estructura clínica”. En cambio, la evidencia documental muestra que fue Jacques-Alain Miller el primer psicoanalista lacaniano en utilizar el sintagma en cuestión, en el marco de una serie de conferencias que dio en 1981 en Bélgica.[2]

La doctrina de las estructuras clínicas se organiza en dos niveles lógicos:[3]

  • Por un lado, con este término se designan tradicionalmente tres grandes categorías de la psicopatología psicoanalítica: la estructura neurótica, la estructura psicótica y la estructura perversa. Los debates actuales en el Campo Freudiano tienden a añadir a este tríptico una cuarta categoría: la estructura autística.[4]
  • En un segundo nivel, se llama también “estructura clínica” a cada uno de los subgrupos o “tipos clínicos” que son incluidos en las grandes categorías mencionadas. Por ejemplo: la neurosis obsesiva y la histeria son las estructuras clínicas neuróticas; mientras que la paranoia, la esquizofrenia y la melancolía serían estructuras clínicas psicóticas.

Debates[editar]

Los psicoanalistas que desdeñan la doctrina de las estructuras clínicas esgrimen argumentos variopintos, entre los cuales pueden mencionarse:

  • La caducidad de las categorías de neurosis, psicosis y perversión para dar cuenta de las personalidades contemporáneas, que serían más inmediatamente aprehendibles gracias a otras referencias teóricas (psicosomática, borderline, etc.).
  • La servitud psiquiátrica que implicaría en psicoanálisis lacaniano el abordaje de la subjetividad en términos psicopatológicos y de diagnóstico.[5]​ Lacan habría en una época suscrito a un tal abordaje, pero habría rectificado el tiro en su última enseñanza.[6]

Por su parte, los psicoanalistas que profundizan aún los fundamentos y perspectivas de esta doctrina argumentan:[7]

  • Su fuerza heurística para acercarse al estudio de los fenómenos clínicos contemporáneos sin perder puntos de referencia fundamentales.
  • Su utilidad clínica para decidir la estrategia terapéutica de dirección del tratamiento sobre la base del diagnóstico estructural del sujeto.

Referencias[editar]

  1. Sierra Rubio, Miguel Angel (2019). Las estructuras clínicas. Síntesis de una subversión en psicopatología. México: Paradiso Editores. ISBN 9786079787196. 
  2. Miller, Jacques-Alain (1981). «Problèmes cliniques pour la psychanalyse». Quarto (1): 31-43. 
  3. Álvarez, José María; Esteban, Ramón; Sauvagnat, François (2004). Fundamentos de psicopatología psicoanalítica. Madrid: Síntesis. ISBN 84-9756-172-4. 
  4. Maleval, Jean-Claude (2011). El autista y su voz. Madrid: Gredos. 
  5. Braunstein, Néstor A. (2017). «Structures cliniques ou positions subjectives». Analyse Freudienne Presse (en francés) 24 (1): 39. ISSN 1253-1472. doi:10.3917/afp.024.0039. Consultado el 1 de mayo de 2020. 
  6. Allouch, Jean (1988). «Perturbación en pernepsi». Littoral (15): 7-36. 
  7. Sierra Rubio, Miguel (2019). Les structures cliniques : fondements et perspectives d'une doctrine lacanienne. Rennes: Presses universitaires de Rennes. ISBN 978-2-7535-7683-4. 

Véase también[editar]